martes, 18 de marzo de 2014

La cruda realidad de los parques marinos


En esta entrada , me gustaría hablar de una práctica muy típica de entetenimiento en los zoológicos o parques marinos. Detrás de la diversión , de las increíbles acrobácias de los delfines y otros cetáceos se esconde una realidad muy diferente , en que la única víctima son los que generan tal entretenimiento.


Los delfines están hechos para nadar , tan simple como esto. Estan hechos para recorrer cientos de kilómetros en un solo día , nadar y saltar a la superfície siempre en grupo. Tienen un sónar natural , que es un sistema muy sofisticado consistente en un sonido muy agudo que les permite moverse , orientarse y comunicarse con otros delfines en las profundidades.

Para hacer realidad la actividad lucrativa de los delfinarios hay dos métodos: el primero criarlos en cautividad , o segundo y últimamente debido al crecimiento de estas actividades el más utilizado , secuestrarlos en mar abierto.
En este caso , los cazadores de delfines se desplazan a lugares “frontera” (cercanos a la costa o con mucho movimiento de pesqueros) donde se considera que no es alta mar , y el animal no ha conocido aún la sensación plena de vivir en pleno mar.

 
 

Menuda tontería , supongo que deben de tener menos cargo de consciencia...


El proceso es tan crudo como aprisionarlos entre cuerdas en el momento más álgido, feliz y cuando más disfrutan los delfines , que es nadando y saltando a la superfície con su grupo.

En ese preciso momento , en ese preciso instante, es cuando los raptan , los aprietan con cuerdas y se los llevan , destino al parque marino.Muchos mueren por la fuerza de las cuerdas que ahogan al animal o mueren de parada cardíaca.



 
El animal inicia su proceso de adaptación , en unas piscinas redondas , de agua dulce con aditivos químicos para asimilar el salado del mar. Se les suministra pescado congelado y dosis diaria de vitaminas para hacer frente a los escasos niveles nutritivos del cambio alimentario. 

En los primeros días de adaptación un porcentage importante de delfines muere.

Tras los primeros días , y una vez adiestrado el animal , se acostumbra a vivir ante sonidos y gritos que le genera un estrés desconocido y a olvidar su fantástico sónar y callar su peculiar sonido agudo.Queda en desuso porque el espacio en el que vive es tan pequeño que deja de necesitarlo.





Esta situación genera agresividad , de modo que se les añade en su particular dieta , un valium para tranquilizarse y ser efectivos durante su show. Sin el valium , seguramente el animal reaccionaría de un modo que no le interesaría al parque.

Es cierto que para evitar este proceso difícil de adaptación , se opta por criarlos en cautiverio.Pero...¿se le puede privar a un animal de su naturaleza , ya desde antes de nacer?

Cierto es que la mayoría que hemos visto delfines en un parque marino alguna vez y hemos disfrutado con su habilidad e inteligencia , no nos hemos imaginado que el animal en vez de sonreir como parece transmitir su cara , sufre y es infeliz , y su único deseo es nadar y vivir en libertad.


 

Quiere vivir y usar las aletas que tiene , reproducirse y no ser un esclavo de entetenimiento.

El caso de los delfines no es aislado , hay muchas formas de lucrarse turísticamente que incluyen como protagonista a los animales. Hablo de circos , de paseos en camello , de visitas a islas con animales exóticos que nunca han visto a personas , de zoológicos ,

Cierto es que la fórmula no es suprimir toda actividad que incluya una participación activa o principal del animal , pero sí adaptarse a las necesidades naturales de los animales , porque como mínimo eso es lo que les debemos.
Y toda aquella actividad que implique un sufrimiento como en el caso de los delfines , simplemente prohibirlas , es imposible combinar la libertad de un delfín y su salud con la esclavizada vida de entretenernos.


Es verdad que hay muchas actividades que llevan desarrollándose muchos años y forman parte incluso de la tradición del lugar y de su desarrollo económico. Pero casos como los delfinarios , deben de ser prohibidos , tendría que darnos vergüenza poner en riesgo la vida de un fabuloso e inteligente animal como es el delfín por unos minutos de espectáculo , una diversión momentánea y unas buenas recaudaciones

A veces leo comentarios en Internet hablando sobre el tema y discutiendo por adaptar el medio de los parques marinos para hacer más llevable la vida al delfín , darles otro tipo de medicaciones naturales y otras tonterías.
¿No es ser muy cínico pensar que hay punto medio para tales actividades?.

El caso de los delfinarios nos hace intuir que ha llegado un punto en que no existe otra cosa primordial que generar puestos de trabajo , desarrollar la economía , crear audiencia y aspirar a crecer , a conseguir más y a cegarse de los valores más primordiales de la vida.

La vida primero , después todo lo demás.



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